Nos dijeron que era por nuestro bien… Pero cada dÃa el paÃs se rompe un poco más. Subió todo. Bajó la esperanza. Y el miedo se volvió costumbre.
Pero el Ecuador no se rinde. Somos millones que decimos basta.  Basta de abusos, de engaños, de autoritarismo. Decir NO es un acto de dignidad.
Porque decir NO es cuidar la vida. Es defender la democracia. Es proteger lo que amamos.  Es ponernos de pie… y mirar de frente el futuro.
Por la vida, la democracia y la dignidad: ¡Vamos por el NO! Porque decir NO… es pensar en el Ecuador que merecemos.